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lunes, 29 de marzo de 2021

El Holocausto en cifras

 

El Holocausto en cifras


En clase de Matemáticas, el alumnado de 1º ESO A, trabajó  el proyecto Giosué, con la  elaboración de un documento en el que se refleja el holocausto mediante cifras, identificando distintos tipos de números, elaborando tablas, empleando medios tecnológicos, buscando información y fotografías, compartiendo datos  y trabajando en equipo.


EL HOLOCAUSTO EN CIFRAS




Entre los años 1919 y 1930 Hitler elaboró unos principios ideológicos que tuvieron como nombre el Nacional Socialismo, con la idea, además de muchas otras, de “unificar al pueblo alemán”. Escribe un documento político que denominó “la solución final” referida a la “cuestión judía” y que era el plan para el exterminio o genocidio de los judíos del territorio alemán.

Hitler asume el poder en el año 1933 con la ayuda del Partido Obrero Alemán.

Desde 1934 se va despojando a los judíos de sus derechos como ciudadanos y como seres humanos, negándoles la ciudadanía en el Reich, y con una ley que prohibía mezclar las sangres de judíos con la de los alemanes, prohibiendo el matrimonio mixto judío-alemán

Finalmente, y luego de haber redactado y aprobado las leyes, preparado la infraestructura (guetos, campos de concentración y ferrocarriles), el gobierno toma la “decisión final” del genocidio y exterminio definitivo de judíos, no sólo en Alemania sino en otros países de Europa en 1941.

La maquinaria del Holocausto tenía una red de aproximadamente 42 500 instalaciones por toda Europa para confinar y matar a sus víctimas y contó con la participación directa de entre 100 000 y 500 000 personas para su planificación y ejecución. Esta cifra incluye 30000 campos de trabajo forzado, 1150 guetos, 980 campos de concentración, unos 1000 centros de detención de prisioneros de guerra, unos 500 burdeles con esclavas sexuales y miles de lugares donde se aplicaba la eutanasia a personas dementes y ancianos, además de realizar abortos forzados.  Muchos médicos y científicos estuvieron involucrados en experimentos llevados a cabo en los campos de concentración.




Las cámaras de gas comenzaron a funcionar el 25 de Julio de 1943 y en un año hubo ejecuciones masivas en los campos de exterminio de Auschwitz o Majdanek. Más 24000 personas fueron quemadas vivas o muertas en hogueras al aire libre, por falta de capacidad de las cámaras que se encontraban llenas de prisioneros judíos.




De los aproximadamente nueve millones de judíos residentes en Europa antes del Holocausto, aproximadamente dos tercios fueron asesinados.






En total, un mínimo de once millones de personas murieron, de ellas, más de un millón habrían sido niños.

Se estima que los alemanes y sus aliados asesinaron un total de un millón y medio de niños, entre los que se incluyen cerca de un millón de niños judíos y decenas de miles de niños de etnia gitana, niños alemanes con discapacidades físicas o psíquicas residentes en diversas instituciones, niños polacos y niños de las zonas ocupadas de la antigua Unión Soviética. Se calcula que murieron entre 5.000 y 7.000 niños como víctimas del "programa de eutanasia".




El acontecimiento que marca el fin del Holocausto Judío fue el fin de la Segunda Guerra Mundial y la consecuente muerte por suicidio de Hitler, cuando en definitiva perdió la guerra
.http://colegalaxia.blogspot.com/2018/05/el-holocausto-en-cifras.html

ELPLURAL ANDALUCÍA El cortijo que Queipo

 ELPLURAL ANDALUCÍA

El cortijo que Queipo ‘compró’ en 1937 podría ser rescatado, como el pazo de Meirás

La plataforma memorialista Gambogaz pide que la Abogacía del Estado reclame judicialmente el cortijo a los herederos del golpista que aterrorizó a Sevilla

El Cortijo de Gambogaz, situado a las afueras de Sevilla.

El Cortijo de Gambogaz, situado a las afueras de Sevilla.

Si ha sido posible recuperar el pazo de Meirás que ‘el pueblo’ regaló al dictador Francisco Franco, ¿por qué no habría de serlo recuperar el cortijo sevillano de Gambogaz que el militar golpista y criminal de guerra Gonzalo Queipo de Llano adquirió en plena Guerra Civil aunque no con su propio dinero?

Es lo que se han preguntado los promotores de la Plataforma Gambogaz tras estudiar la sentencia de la Audiencia de A Coruña que ceritifica que el pazo de Meirás es propiedad estatal y, por tanto, los herederos del dictador Francisco Franco deben desalojarlo. Gambogaz se encuentra hoy en estado de abandono.

El colectivo ha pedido a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, por intermediación de la Alcaldía socialista de Camas, "la formación de una comisión histórica y jurídica con capacidad para completar la documentación que permita llevar ante la Abogacía del Estado el caso de Gambogaz", reclamando además la "implicación" del Consistorio y la Diputación de Sevilla para "llegar a juzgar la propiedad del cortijo".

Un lugar de honor en la basílica

Como se sabe, los restos de Queipo de Llano reposan, pese a los crímenes de guerra cometidos por el general y plenamente acreditados por los historiadores, en un lugar preeminente de la basílica de la Macarena de Sevilla.

En 2016, el Ayuntamiento de Sevilla pidió sacar la tumba de la basílica, pero las resistencias de la Hermandad y la tibieza de la Junta de Andalucía, entonces en manos socialistas, han dificultado el cumpliminento del mandato municipal. 

La plataforma memorialista sostiene que el militar golpista tramitó la adquisición de este cortijo y sus tierras en el año 1937, cuando ejercía como verdadero virrey de Andalucía. "Su Estado Mayor controlaba la administración y los instrumentos financieros de Andalucía, donde sus tropas desplegaban una inusitada violencia", recuerda el colectivo, para el que resulta obvio que Queipo "disponía de plenos poderes para ejercer prevalencia en cualquier operación comercial que se planteara". 

Queipo adquirió, según la plataforma, casi el 86 por ciento del total de la finca, de unas 480 hectáreas, con un dinero que "procedía del Banco de España y la justificación del auxilio de la agricultura y protección de los obreros del campo o modestos agricultores para mejorar sus medios de vida y elementos de su producción", para lo cual adquirió los terrenos "a su nombre" y después los donó a una entidad que acababa de constituir, la "Fundación Benéfica Social Agraria Gonzalo Queipo de Llano".

Entre 1938 y 1940, según el colectivo, Queipo de Llano se hizo con los terrenos de la finca en esas fechas que aún seguían en manos de la familia de Ignacio Vázquez, y en 1943, "la Fundación Agraria transmitió la propiedad de la finca" al propio Queipo de Llano, a partir de entonces "único propietario de Gambogazno", pese a que "no llegó a pagar ningún dinero propio por su adquisición".

¿Otra colecta popular?

Según historiadores locales, en diciembre de 1937 la ciudad de Sevilla habría entregado a Queipo de Llano unas 100.000 pesetas como agradecimiento a la salvación de la capital por la “barbarie roja”. 

Testimonios orales aseguran que "a los empleados y funcionarios del Ayuntamiento y Diputación se les detrajo un día de su haber para completar la ofrenda a Queipo". En el caso del pazo de Meirás, la familia Franco siempre sostuvo que la finca fue un regalo al dictador a través de una colecta popular. La justicia ha desmontado ese mito.

El entonces alcalde de Sevilla Ramón de Carranza, nombrado por el propio Queipo, habría donado esta cantidad al general franquista, que pudo utilizar parte del dinero para la compra del cortijo. En la actualidad, o al menos hasta no hace mucho tiempo, se encuentra prácticamente abandonado.

Mil fanegas para los obreros

Tras su adquisición, Queipo de Llano declararía en el diario ABC, el 9 de diciembre de 1937, que Gambogaz con una extensión de “mil fanegas de tierra, no se ha reservado para que yo viva de su renta, sino para obrar en él la reforma agraria, sirviendo de base a la labor futura del Gobierno”.

Queipo ideó un patronato para gestionar sus planes para el cortijo, del que formarían parte el gobernador civil, el alcalde, el presidente de la Diputación y el auditor de Guerra.

El objetivo sería “repartir la producción entre aquellos obreros que más se hayan distinguido en el trabajo o que más hayan sufrido por la patria”. Se les entregaría “casa, yuntas, aperos de labranza para cultivar las tierras”, dando gratificaciones a los “que tienen muchos hijos”. Al parecer, aquellos nobles propósitos nunca acabarían de llevarse realmente a término.

jueves, 25 de marzo de 2021

Fascio Franquista y sus crimines....

 

La derecha fascista presente en el Parlamento, cuestiona la Ley de Eutanasia, sin embargo justifica el holocausto nazi, el genocidio español, los crímenes de estado sobre quienes piensan diferente. La hipocresía de instituciones tan siniestras como la Iglesia hacen piña junto al nazismo patrio, unidos contra la posibilidad de morir dignamente. No obstante no es de extrañar hace apenas 80 años apretaron el gatillo ejerciendo su particular "eutanasia".

Internos del franquismo

 "

(...) En Semana Santa se volvían locos, para los curas era como los carnavales de ahora, pero con los menores del internado de huérfanos de la Casa del Niño, esas noches llegaban borrachos como cubas de los bares de San José después de las procesiones y los cultos en la catedral de Santa Ana y las calles de Vegueta, oíamos los coches aparcando en la explanada junto a la ermita, sabíamos que venían a meterse en nuestras camas. Parecían sombras por los pasillos entre bromas y aves Marías Purísimas, el objetivo éramos los chiquillos que ya a esa hora dormíamos, después de los rezos de rodillas ante los camastros con las monjas. Las hermanas no se inmutaban ante lo que hacían aquellos cerdos abusadores, se quedaban en sus habitaciones y dejaban hacer a los curas que iban eligiendo a los niños que se iban a follar esa noche. Mi hermano Antonio y yo los sufrimos varias veces, a mi me jodía mucho porque veníamos del asesinato de nuestro padre, de un drama familiar del que nunca salimos, mi pobre hermano no pasaba de diez años y ya sabía lo que era el sexo con aquellos demonios con sotana. Esas noches eran infiernos para nosotros, muy pocos nos librábamos de sus abusos sexuales, una madrugada tuvieron que correr a la Casa de Socorro con Daniel González, un compañero de siete años de Telde al que uno de los curas le produjo una hemorragia que no se le cortaba con nada. Era terrible todo aquello, las secuelas todavía con la edad que tengo las sigo teniendo, no duermo bien por las noches, sigo soñando con ellos, con el olor asqueroso de sus bocas, aquel sudor de borrachos con Rosario al cuello, sus tocamientos, sus golpes y palizas si te negabas a hacerlo..."


Testimonio de Manuel Godoy Robaina, hijo de asesinado por el franquismo del municipio de Agaete, internado junto a su hermano en la Casa del Niño durante los años del genocidio.

Fragmento de la entrevista realizada por Francisco González Tejera, el 25 de marzo de 2004, en la Universidad Popular de La Isleta, Las Palmas GC.

Imagen: Dormitorio del internado de Los hogares Mundet en Barcelona durante el franquismo.

domingo, 21 de marzo de 2021

La Memoria

 

“El franquismo necesitaba la mentira para mantenerse en el poder”, asegura el investigador Juan Antonio Ríos Carratalá

  • “Autor del libro ‘De mentiras y franquistas’, el catedrático de Literatura de la Universidad de Alicante considera excesivo el precio de “impunidad, silencio y olvido” que se pagó para dar paso a la democracia y teme que la proliferación actual del engaño sobre hechos objetivos la ponga en peligro

El programa La Memoria de Radio Andalucía Información, dirigido y presentado por Rafael Guerrero, ofrece en su emisión del sábado, 19 de diciembre, una entrevista con Juan Antonio Ríos Carratalá, catedrático de Literatura de la Universidad de Alicante, a propósito de la publicación de su último libro titulado ‘De mentiras y franquistas’ (Editorial Renacimiento), donde analiza la íntima relación entre la mentira y la dictadura, señalando que “el franquismo necesitaba la mentira para sobrevivir y para mantenerse en el poder” para lo cual utilizó de manera muy eficaz la propaganda.

El profesor Ríos Carratalá considera que pese a esa ligazón sustancial entre mentira y Estado totalitario, aquella se proyecta sobre el presente en España. “Ahora -dice- no sólo hay mentiras opinables, sino también sobre hechos objetivos, que ponen en peligro la democracia”, al tiempo que considera que la diferencia entre la mentira política en dictadura y democracia es que ahora, al menos, se puede denunciar como la corrupción.

El catedrático alicantino considera excesivo el precio de “impunidad, silencio y olvido” que se pagó para dar paso a la democracia y reivindica siempre el “deber de memoria, ya que hay que conocer la verdad histórica para que no se pudra el conocimiento del pasado”.

Ríos Carratalá ejemplifica las mentiras del franquismo con el perfil de personajes segundones y mediocres de cierta relevancia que cimentan su proyección personal y profesional en el engaño como el empresario de varietés Matías Colsada, el alcalde de Benidorm que se inventó un viaje al Pardo en Vespa para pedirle a Franco que legalizara el bikini, el personaje ficticio del consultorio sentimental de Elena Francis, un confidente de la Brigada Político Social del franquismo que dispuso de hasta 20.000 policías como Billy el Niño o el adulterio -entonces delito penal- reflejado en el cine del destape del tardofranquismo y la transición.

Emisión.- Sábado, 19 de diciembre de 2020, a las 9,00 horas en Radio Andalucía Información.

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sábado, 20 de marzo de 2021

Pilar Manjón se ha desahogado hoy en Twitter y ha debido escocer tanto que se lo han borrado. Afortunadamente hay capturas.

 

Pilar Manjón se ha desahogado hoy en Twitter y ha debido escocer tanto que se lo han borrado. Afortunadamente hay capturas.

Primer tuit eliminado.

Transcribimos sus tuits para que sea más fácil de leer.

“Se nos ha acusado de ser partidistas… y el candidato del Partido Popular del Ayuntamiento de Madrid abandonó nuestro acto de Atocha. Qué piel tan fina tiene este personajillo”.

“Yo, personalmente, he tenido que aguantar cosas como que Esperanza Aguirre me diga que la indemnización de la ley 12 de la CAM era mejor que la lotería porque no pagaba a Hacienda”.

“El vice alcalde, Manuel Cobo, nos recibió para la presentación del proyecto del monumento del 11M, en El Pozo, y nos dijo: ‘Otro momentito para el 11M, cualquier día me lo van a pedir las putas de Montera y se lo voy a tener que hacer'”.

“Álvarez Cascos, en la calle Zurbano me dijo: ‘por esta puta y cuatro muertos de mierda perdimos las elecciones’. Con perdón, puta la que iba con él”.

“Un niñato de las juventudes del Partido Popular, de la sierra norte de Madrid, me escribió en uno de sus tuits: ‘Lo de Pilar Manjón es infame. Cada día dudo más que el hijo de esa tipeja fuese el 11 M en 1 tren… deplorable su actitud'”. (Lo dijo Luis Gutiérrez, secretario de Organización de las Nuevas Generaciones del Partido Popular de Majadahonda en el año 2012).

“Que el presidente Mariano Rajoy no nos saludara el 24 de junio, en el salón de los Pasos Perdidos en el Congreso de los Diputados, y cuando nos acercamos dos víctimas lo único que nos dijo es que a ver cuándo acababa el acto, que jugaba el Real Madrid”.

“Los mayores generadores de odio, los que nos llaman ‘buscahuesos’, los que no han pedido perdón por el fascismo, ni por la guerra de Irak, ni por la foto de los cuatro de las Azores, los que siguen haciendo de la condición de víctimas del terrorismo un modus vivendi…”.

“Así que cuando el que va para el Ayuntamiento de Madrid me dice que se va del acto de Atocha… QUÉ PIEL TAN FINITA. Alguien que pertenece a un partido, que es una organización criminal organizada para delinquir”.

“La Comunidad Autónoma de Madrid ha sacado una mierda de ley de terrorismo (no reconoce a los inmigrantes que murieron, por ejemplo, no eran españoles), y ponen de comisionada para las víctimas a Ángeles Pedraza, para todas las víctimas de Madrid… me muero”.

“Nos insultan por ser políticamente incorrectos. Marimar Blanco, debe tener cuatro o cinco pensiones vitalicias (Europa, Senado, Euskadi, Congreso…). Y va otra vez para el Congreso siendo la Presidenta de la Asociación de Víctimas de Terrorismo (para descojonarse, me representa desde el PP)”.

“Ángeles Pedraza va primera al Senado por Madrid, por el Partido Popular me representa como comisionada, no se hablaba con su hija desde hace 15 años, pero cobró la indemnización por encima de Óscar, el marido, se casaron en Torrejón de Ardoz, con una bandera negra con letras rojas que ponía: NO A LA GUERRA”.

“A los de piel final del PP, ni una lección. Y a las víctimas que han hecho de su condición una gran pagaza, mi desprecio más despreciable”.

“Y el 28 de abril votaré por mí y por mi niño. Que no merece haber sido asesinado por este puto país de mierda. Mierdas, asesinos, ladrones, falsos másters y pistoleros…”.

lunes, 1 de marzo de 2021

la manipulación del Facismo/Nacismo

 

Así se puso la Iglesia de lado de Franco

 

Así se puso la Iglesia de lado de Franco

En contra de lo que aseguran hoy los revisionistas de la extrema derecha, documentos históricos como pastorales de obispos, cartas y grabaciones de radio prueban que la curia católica española tomó partido por los sublevados desde el primer momento





 cardenal Enrique Pla y Deniel, en compañía de jefes franquistas en Toledo.

Apenas dos meses. Ese fue el tiempo que tardó la Iglesia católica española en dar carta de legitimidad al golpe de Estado de Franco y bendecir la guerra civil como “cruzada nacional” contra la República. Sin embargo, 83 años después, la curia aún no ha pedido perdón por situarse de lado de unos sublevados cuya aventura costó un millón de muertos y sangrientas tropelías y crímenes contra la humanidad como nunca antes se habían visto. Hoy existen suficientes documentos, tanto escritos como radiofónicos, para saber con meridiana exactitud qué fue lo que pasó y cuál fue la posición de los obispos españoles en aquellos momentos trágicos para el país. Los revisionistas de la historia, esos mismos que apuestan por resucitar el franquismo en pleno siglo XXI, tratan de darle la vuelta a la realidad. Pero los hechos son los hechos.

Tras el golpe del 36, y nada más tener noticia de la toma de Toledo, el cardenal Isidro Gomá adoptó la más rotunda posición beligerante en una alocución transmitida por Radio Navarra: “Judíos y masones, fuera de ley o contra ley, o con la ley cuando llegó su hora, envenenaron el alma nacional con doctrinas absurdas, con cuentos tártaros o mongoles aderezados y convertidos en sistema político y social en las sociedades tenebrosas manejadas por el internacionalismo semita y que eran diametralmente opuestas a las doctrinas del Evangelio, que han alboreado en siglos nuestra historia y nuestra alma nacional”.

El citado texto se interpreta por el historiador Manuel Tuñón de Lara como una de las primeras pruebas de que “el cardenal había recibido el beneplácito del Vaticano, ya que el papa Pío XI, aunque con tonos y expresiones mucho más mesurados, había mostrado sus inclinaciones en audiencia concedida el 14 de septiembre a quinientos españoles de derechas”. A Gomá se le atribuye aquella histórica frase que en los primeros meses del alzamiento aportaba ya una interpretación sectaria sobre el carácter de la guerra civil: “La España y la anti-España, la religión y el ateísmo, la civilización cristiana y la barbarie”. Refugiado en Navarra en julio de 1936, al amparo del general golpista Mola, el obispo Gomá viajó de continuo a Salamanca Burgos para despachar con Franco. Sin duda, promovió la pastoral que calificó de “cruzada nacional” el golpe militar y aunque años después, en 1940, quiso lanzar otra pastoral pidiendo piedad para los vencidos, ya era demasiado tarde. El dictador la prohibió y el obispo murió meses después.

No obstante, el término cruzada religiosa contra el comunismo fue utilizado por primera vez unos días antes del 14 de septiembre, exactamente el 15 de agosto, cuando Mola, en un sonado discurso, acuñó la idea al afirmar que “una victoria traerá un Estado nuevo bajo el signo del catolicismo”. El 23 de agosto, por primera vez un obispo calificaba públicamente la guerra como santa cruzada. Lo hizo Marcelino Olaechea, titular de la diócesis de Pamplona, en una carta publicada en el Diario de Navarra: “No es una guerra la que se está librando, es una cruzada”, aseguró por si cabía alguna duda.

En similares términos a los de Gomá y Olaechea se pronunció Enrique Plá y Deniel, cardenal de Toledo, al publicar su pastoral Las dos ciudades el 30 de septiembre, cuando llegó a recurrir a la doctrina del padre Suárez para legitimar el alzamiento armado y la guerra contra la República; en su caso calificó el golpe de Estado de “alzamiento de la nación en armas”; repitió todas las invectivas contra comunistas y anarquistas (“hijos de Caín”, “fratricidas de sus hermanos”, “envidiosos de los que hacen un culto a la virtud y por ello les asesinan y les martirizan”); prosiguió con la confusión entre nación y religión al decir “una España laica no es ya España”; y lanzó interesantísimas bases doctrinales sobre la rebelión. Así, llegó a decir que el golpe de Estado “reviste, sí, la forma externa de una guerra civil; pero en realidad es una cruzada. Fue una sublevación, pero no para perturbar, sino para restablecer el orden”.

En Las dos ciudades, auténtico manifiesto teológico en favor de la guerra civil, Plá y Deniel alude a San Agustín al distinguir entre la ciudad terrestre, “donde el egoísmo prevalece”, y la ciudad celestial, “donde el amor de Dios reemplaza todo sentido de protección”, mientras compara maniqueamente a España con esa alegoría. A un lado “el comunismo y el anarquismo identificados con la ideología que dirige al desdén, la aversión hacia Dios Nuestro señor”; al otro “la heroicidad y el martirio” que han “florecido” en el bando nacional. Plá concluyó que las condiciones de Tomás de Aquino para una guerra justa se dieron en nuestra contienda civil, y así justificó la sublevación contra la República. A pesar de que, a los ojos del mundo, el conflicto podía tener el aspecto externo de una guerra entre compatriotas, para el clérigo en realidad era una cruzada. En el mismo día que Plá y Deniel emitía su carta pastoral, Franco era proclamado jefe de Estado el 28 de septiembre de 1936. Por supuesto, el obispo envió inmediatamente un telegrama de felicitación que anticipaba la “resurrección magnífica de la España cristiana”.​

Según Tuñón de Lara, la Iglesia seguía así su “trayectoria legendaria en España: identificación con el orden arcaico, con las más viejas estructuras, conservadurismo a ultranza y desdén por los argumentos revolucionarios nacional-sindicalistas” que iba a utilizar la Falange.

Las purgas en la Iglesia también fueron frecuentes, de hecho en esos días se produjo la expulsión de España del obispo de Vitoria, doctor Múgica, sospechoso –sin razón para ello− de simpatizar con los nacionalistas vascos, añade Tuñón.

Pero aún hay más documentos que prueban que la Iglesia católica se puso desde el primer momento de lado de los militares sublevados. Por ejemplo los despachos del ministro de Portugal en Roma a su ministro de Asuntos Exteriores fechados el 24 y el 29 de julio, y el 11 de agosto, que demuestran la posición beligerante del Vaticano. A la supuesta “aprensión” de Pío XI sobre la situación en España, reflejada en el telegrama del diplomático luso del día 24, sucedió que “los medios del Vaticano consideran la situación como muy peligrosa, sobre todo por la significación subversiva y por el gravísimo hecho de que el Gobierno [de la República] haya armado a todo el pueblo, obreros, campesinos, jóvenes y mujeres”, una versión parcial de los hechos que también se encuentra en el telegrama número 23, confidencial y reservado, del citado ministro portugués.

Por su parte, el 11 de agosto, siempre según el diplomático de Lisboa, “el Vaticano ha protestado con energía ante el Gobierno de Madrid contra el incendio de iglesias, asesinato de religiosos, violaciones y profanaciones de cadáveres realizados por los comunistas”. Pío XI finalmente acabó reconociendo al bando sublevado en junio de 1938. Como dato curioso, la guerra civil fue declarada una “yihad” antes que una cruzada, ya que el 19 de julio el Gran Visir del Protectorado invocó la guerra santa contra “los españoles sin Dios”. La ayuda de los ejércitos africanos iba a ser clave para el desenlace final de la contienda.​

Con todo, hubo que esperar al 1 de julio de 1937 para que el Episcopado suscribiera el primer documento oficial sobre el conflicto, la Carta Colectiva, en la que apoyaba la rebelión militar tras un año de guerra. Fechada ese mismo día, sin embargo no se hizo pública hasta el 10 de agosto. Aquello fue el acta notarial de intervención de la Iglesia en el campo de batalla, pero los obispos ya habían tomado partido por Franco, de facto, mucho antes.