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martes, 27 de septiembre de 2022

NO TE FIES DE LA WIKIPEDIA. EL CASO DE LARGO CABALLERO

 


lunes, 26 de septiembre de 2022

NO TE FIES DE LA WIKIPEDIA. EL CASO DE LARGO CABALLERO

 


Tras la entrada de tres ministros de la conservadora CEDA en el Gobierno de Alejandro Lerroux en octubre de 1934, [Largo Caballero] cumple su amenaza de que desencadenaría la «revolución socialista» si los «reaccionarios» llegaban al poder y encabeza la malograda Revolución de 1934, que solo se consolida en Asturias donde la insurrección fue protagonizada por los mineros socialistas, anarquistas y comunistas. Los mineros disponían de armas y dinamita y la revolución estuvo bien organizada. Se proclama en varias localidades la República Socialista y se ataca a los puestos de la Guardia Civil, las iglesias, los ayuntamientos, etc., estando a los tres días casi toda Asturias en manos de los mineros, incluidas las fábricas de armas de Trubia y La Vega. A los diez días, unos 30 000 trabajadores forman el autodenominado Ejército Rojo. Hubo actos de pillaje y violaciones generalizados. Por lo que la represión fue muy dura donde los revolucionarios encontraron resistencia. Desde el gobierno consideran que la revuelta es una guerra civil en toda regla, aún desconociendo que los mineros empiezan a considerar en Mieres la posibilidad de una marcha sobre Madrid.

He recuperado un pequeño párrafo de la biografía de Largo Caballero para demostrar la escasa fiabilidad de la Wikipedia. El editor -que siempre se mantendrá en el anonimato- empieza diciendo certezas: tras la entrada de ministros de la CEDA se desencadena la Revolución de Asturias. A continuación se afirma que "[Largo Caballero] encabeza la malograda Revolución de 1934". ¿Y por qué no decimos que encabeza la Revolución Caballero junto a Prieto? Indalecio Prieto también estuvo organizando dicha chapuza revolucionaria. Fue quien compró armas para los obreros levantiscos en el famoso barco el Turquesa. Pero ni Prieto ni Caballero encabezaron nada pues no se movieron de Madrid.

 Según la biografía de Julio Aróstegui...

... Su actuación entre los días 4 y 14 de octubre, en que fue detenido, no resultó un prodigio de capacidad directiva. Estuvo primero en casa de Prieto (...). Desde ese momento se sucedieron una serie de peripecias. De casa de Prieto pasó a otra en la que fue acomodado por una mujer "más joven que vieja", que en aquellos momentos era amiga de don Juan Negrín. Salió de nuevo de allí para la casa de Prieto y posteriormente separándose de este, a la del doctor Berjano. Peregrinó aún por varias casa más hasta que el correligionario del doctor Segovia le trasladó en coche al domicilio habitual del dirigente en la Dehesa de la Villa. Corrió la leyenda de que había llegado a su casa en un coche ambulancia, Confundido tal vez con el médico que le llevaba. A la policía no se le había ocurrido buscarle en su casa en todo este tiempo. Largo Caballero. El tesón y la quimera, pág. 380

Juan Francisco Fuentes, por otro lado, se hace eco de la leyenda de la ambulancia donde supuestamente se camufló Caballero...

... Caballero había pasado por Cuatro Caminos a eso de las dos de la madrugada del 14 de octubre y poco después llegaba a su casa en el extrarradio de Madrid, convencido de que las precauciones tomadas por él, como viajar en una ambulancia disfrazado de médico, habían bastado para pasar inadvertido. Largo Caballero. El Lenin español, pág, 252

Sea como fuere, Largo Caballero no se movió de Madrid hasta su detención, y difícilmente en los años 30 desde la clandestinidad y sin contacto con Asturias podría encabezar nada.

También aseguran que el autodenominado Ejército Rojo estaba compuesto por 30.000 hombres. Ejército Rojo, fue el adjetivo de la prensa anticomunista, y es como los jóvenes revolucionarios llaman hoy en día a las milicias de Asturias. En los libros que he repasado los propios milicianos hablan de Guardia Roja. Pero jamás hubo un Ejército Rojo. Sobre el número real de milicianos no he podido encontrar una cifra real. David Ruiz estipula que los combatientes pudieran bien ser unos 15.000, pero no nos cita las fuentes. Según sus cálculos...

... el número de detenidos se cifró en torno a 25.000 personas de las que aproximadamente un tercio ingresó en prisión. Octubre de 1934, pág. 342. 

Carlos Taibo II en  su estudio sobre la Revolución de Asturias, dice que los detenidos fueron 15.000. También puntualizan en la Wikipedia que la "represión fue muy dura donde los revolucionarios encontraron resistencia". La represión fue muy dura en todos los ámbitos...

... La represión nace en los últimos días de octubre en forma de detenciones masivas. en un par de días se improvisan cárceles (en la Guerra Civil a estas cárceles improvisadas se las llamaban checas), donde hacinan a centenares de trabajadores. Se detiene sin pruebas; éstas se fabrican a posteriori a través de la tortura; basta la delación o la simple sugerencia de los que cualquiera que constituyen el escaso centenar  de guardias civiles, de asalto, municipales y militantes de partidos de derechas a los que la revolución mantuvo detenidos, y que salen a cobrar venganza. Asturias. Octubre 1934, pág, 513

Pero esa represión llegaría también a los ayuntamientos...

... Según las últimas  estimaciones, esta represalia afectaría a 1.134 ayuntamientos de toda España en los que como antes se establecieron las consabidas comisiones gestoras. Castigo gubernamental un tanto arbitrario al comprobarse que entre los ayuntamientos sancionados se encontraban muchos regidos por ediles republicanos que en absoluto simpatizaron con la huelga insurreccional y mucho menos con la revolución social.  Octubre de 1934, pág, 332

Los actos de pillaje no se los achacaron a los revolucionarios y las violaciones si las hubo, debieron de ser testimoniales. Para conocer la represión en toda su magnitud, Pablo Gil Vico escribió el libro Verdugos de Asturias, donde se relata la violencia extragubernamental y la violencia revolucionaria. 

Desde luego que la Wikipedia es útil, pero depende de para que. Me ha llevado un tiempo curioso revisar algunas afirmaciones de la biografía de Largo Caballero, y para hacerlo más a conciencia necesitaría muchas más horas. Y solo hablo de un pequeño párrafo. Caballero es un personaje que despierta mucho odio entre la derecha. Y la señora Wikipedia se presta a la tergiversación. Por eso hay que ser muy cautos a la hora de usar esta fuente. Sobre todo en los debates muy polarizados.

fuente/https://badajozylaguerraincivil.blogspot.com/2022/09/no-te-fies-de-la-wikipedia-el-caso-de.html

domingo, 25 de septiembre de 2022

Franquismo sin resolver .......


 

“La hemos enterrado como una puta”: una investigación destapa la violencia del franquismo contra las mujeres

NEBULOSA DE ODIO


 NEBULOSA DE ODIO



¿En qué piensan los fascistas?

No son machistas, pero tampoco feministas; no son de izquierdas ni de derechas; son animalistas taurinos; negacionistas climáticos defensores de la naturaleza; ecologistas de la energía nuclear; demócratas prohibicionistas de siglas ajenas


Aníbal Malvar 25/09/2022


<p>Benito Mussolini durante una inspección a las tropas, en Etiopía.</p>

Benito Mussolini durante una inspección a las tropas, en Etiopía.


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El falangista Ernesto Giménez Caballero (1899-1988) fue un verso más que suelto de la Generación del 27. En 1941, viajó a la Alemania nazi para trasladar al ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, su meditada propuesta de casar a Adolf Hitler con Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio El Ausente, con la idea de fundar una nueva “dinastía hispano-austriaca”. Una dinastía sucesora de la que inauguró Carlos I de España y V de Alemania en 1516, y que concluyó con la Guerra de Sucesión apenas dos siglos más tarde. Estaba bien pensado, o sea.


Hay que apuntar que Giménez Caballero no era ningún botarate, a pesar de lo excéntrica que suene hoy su ocurrencia. Cultivador de un vanguardismo literario de incuestionable vigor, y director de La Gaceta Literaria, frecuentó y publicó a Rafael Alberti, Hinojosa, Valle-Inclán, Ortega y muchos otros autores. Luis Buñuel, comunista y poco amigo de compartir tertulia con mentecatos, escribe en sus memorias (Mi último suspiro, 1982): “Yo le debo mucho a Giménez Caballero, que aún vive en Madrid. Pero muchas veces la amistad se lleva mal con la política”.


Es improbable que la ya muy poderosa e influyente Pilar Primo no conociera, y seguramente aceptara, el celestinaje para su desposorio con Hitler. Giménez Caballero se hubiera jugado al menos la vida en caso de actuar solo: en sus memorias apunta que el cuñado de Franco, Ramón Serrano Súñer, era un fervoroso defensor de ese casorio. Adolf (52 años) y Pilar (33), además, se conocían bien. Durante la Guerra Civil española, la delegada nacional de la Sección Femenina había mantenido varios encuentros con el genocida alemán a instancias de su homólogo Francisco Franco. 


No se sabe quién dio calabazas a quién, pero nunca se pronunció el sanguinolento ‘sí quiero / Ja, ich will’ que quizá hubiera cambiado el curso de la Historia, aunque algún estudioso (Wayne Bowen) asegura que fue ella, de por sí tan puritana, la que frustró el himeneo.


Sospecho que Umberto Eco desconocía esta anécdota cuando escribió en 1995 su muy celebrada conferencia Il fascismo eterno. Sin duda, le habría fascinado especular sobre qué caminos ideológicos hubiera transitado ese maridaje entre el cristofascismo franquista y el paganismo germánico de Hitler. 


“No podemos llamar nazismo al falangismo católico de la España de Franco, puesto que el nazismo es fundamentalmente pagano, politeísta y anticristiano, o no es nazismo”, medita el semiólogo, historiador y novelista italiano. Nunca sabremos si los esponsales Hitler/Primo se habrían celebrado bajo la cruz de Cristo o a la sombra de Ostara, diosa germánica de la fertilidad que quizás hubiera obrado algún milagro en la entrepierna del supuestamente castrado líder nazi.


Umberto Eco sostiene que el fascismo nunca poseyó una ideología ni un verdadero sustento racional, sino un variopinto conjunto de rasgos a veces coincidentes y otras excluyentes, pero fácilmente detectables: “El término fascismo se adapta a todo porque es posible eliminar de un régimen fascista uno o más aspectos y siempre podremos reconocerlo como fascista. Quítenle al fascismo el imperialismo y obtendrán a Franco y a Salazar; quítenle el colonialismo y obtendrán el fascismo balcánico. Añádanle al fascismo italiano un anticapitalismo radical (que nunca fascinó a Mussolini) y obtendrán a Ezra Pound”. Y concluye el historiador: “Tales características no pueden quedar encuadradas en un sistema; muchas se contradicen mutuamente, y son típicas de otras formas de despotismo o fanatismo, pero basta con que una de ellas esté presente para hacer coagular una nebulosa fascista”. 


Umberto Eco sostiene que el fascismo nunca poseyó una ideología ni un verdadero sustento racional, sino un variopinto conjunto de rasgos


Del fascista sabemos lo que piensa pero no por qué lo piensa. Sabemos que es racista, pero el soporte intelectual de su antisemitismo, por ejemplo, viene de la fantasía delirante de unos inventados Protocolos de los Ancianos de Sión, que sirvieron de excusa a los zares rusos para aplicar pogromos a los judíos. Ahí se crea (1902) la “conspiración judeomasónica” en la que tanto insistió hasta su muerte Francisco Franco, que por otra parte nos obligó a acatar, a punta de pistola, la adoración al pacifista Rey de los Judíos, Jesús de Nazaret. En los fascismos contemporáneos, observamos incluso racistas negros (Vox), judíos racistas gobernando Israel y otras rarezas.




Del fascista también sabemos que es machista, pero tampoco conocemos el porqué. Eco infiere que por su carácter belicista, pues las armas son su “ersatz fálico” inspirado en una “invidia penis permanente”. Me parece simplista la fálica y cañonera aseveración del genio piamontés. Cogida con papel de fumar, salvo que solo se inspirara en la, quizá veraz o legendaria, pérdida de numerosos testículos de Hitler y Franco (numerosos entre los dos) en acciones bélicas.


Frivolizando un poco, sorprende que los fascismos español y alemán arrodillaran su virilidad ante caudillos tan amanerados. Franco y Hitler eran la antítesis del ideal de héroe épico en lo tonal, en lo físico, en lo gestual y en lo macho. Al Generalísimo, en su Ferrol natal, aún hoy le apodan Paquita la Culona. Y Leni Riefenstahl, la musa cinematográfica del Führer, nos ha dejado imborrables imágenes de Hitler manoteando dulcemente como una debutante victoriana que desea, pero aún no sabe cómo, agarrar sueños cilíndricos. La virilidad de Franco y Hitler solo se atestigua en la sangre que derramaron. 


Este asunto del maridaje indisoluble entre machismo y fascismo tendría muy locas a las derechas españolas si se detuvieran a leer un poco sobre sí mismas, avatar poco probable. Hay que hacer un poco de Historia. 


“La primera característica de un ur-fascismo (fascismo eterno) es el culto a la tradición”, escribió Eco. Mussolini, en Italia, tenía muy a mano esa tradición. Le bastó volver la cabeza hacia la Antigua Roma para desenterrar una simbología. El fasces, del que nace el término fascismo, era el haz de 30 varas que portaban los lictores (escoltas de los pretores) atadas con cinta roja a un hacha, y que simbolizaba el poder del Estado sobre la vida y la muerte. La bandera del Partido Nacional Fascista del Duce era aquel haz con hacha sobre fondo negro. Su inspiración, los dictadores romanos Silas y Julio César, que habían desnaturalizado la democracia nombrando senadores a dedo para garantizarse un poder absoluto, protofascista.


Los fascistas españoles lo tuvieron más difícil. La única gran referencia histórica a la que se podían agarrar era más cercana en el tiempo y, además, mujer, Isabel la Católica, lo que en principio conjugaba mal con su machismo y su exaltación de la virilidad. Pero “tanto monta, monta tanto”. 


Como interpreta el hispanista Ian Gibson en su obra En busca de José Antonio, “la España inmediatamente anterior a la unión de Fernando e Isabel la ve [el naciente fascismo español] como ‘la España prehacista’, y la nueva España de dichos reyes como fascista. Según este razonamiento, España fue la primera nación fascista de Europa, más de cuatro siglos avant la lettre”. En palabras del ya citado teórico del falangismo y miembro de la Generación del 27, Giménez Caballero, “antes de que el fascismo de hoy surgiese en Italia hubo un hacismo de la España cuatrocentista”.




El fascismo español que encarnarían Falange y las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalistas (JONS) ya tenía su logo: el yugo y las flechas que en el siglo XV bosquejaron el poder de la unión de la castellana Ysabel (la Y es el yugo) y el aragonés Fernando (F, de flecha). Buscar la iconografía había sido relativamente sencillo, una vez superados prejuicios ginecológicos. Llenarla de contenido político resultó más laborioso, incluso hasta nuestros días.


En una muy gentil y refinada discusión escrita, sostenida en las páginas del ABC de 1933, José Antonio Primo de Rivera le ofrece a Juan Ignacio Luca de Tena, director del diario, una certera síntesis de su caudal teórico: “El fascismo no es una táctica –la violencia–, es una idea –la unidad–. Frente al marxismo, que afirma como dogma la lucha de clases, y frente al liberalismo, que exige como mecánica la lucha de partidos, el fascismo sostiene que hay algo sobre los partidos y sobre las clases; algo de naturaleza permanente, trascendente, suprema: la unidad histórica, llamada Patria”. Darle rango de idea a un pedazo de tierra es lo más hondo a lo que llega el pensamiento político del fundador de la Falange.


Darle rango de idea a un pedazo de tierra es lo más hondo a lo que llega el pensamiento político del fundador de la Falange


Ya muerto José Antonio, tampoco Francisco Franco fue muy capaz de ofrecer un argumentario político a los españoles cuando en abril del 37, en la unamuniana Salamanca “de tedio y plateresco”, pronuncia su famoso Discurso de Unificación: “El movimiento que hoy nosotros conducimos es justamente eso: un movimiento más que un programa. Y como tal está en proceso de elaboración y sujeto a constante revisión. Queremos soldados de la fe y no políticos y discutidores”. El pensamiento franco-fascista y falangista se conforma así, más que como teoría, como un teoricidio. El negacionismo fascista de hoy no deja de ser una forma 4.0, también, de teoricidio, de alergia al saber y a la ciencia en general.


Franco verbaliza en ese mismo discurso su aversión al conocimiento, cuando imbrica en “el perfil del nuevo Estado” la reivindicación de “la Universidad clásica que, continuadora de gloriosas tradiciones, con su espíritu, su doctrina y su moral, vuelva a ser luz y faro de los pueblos hispanos”. Como cualquier investigador confirmará, tradición, espíritu, doctrina y moral siempre han sido las cuatro ruedas más veloces del avance científico. 


Giorgia Meloni, la neomussolinista que va a ganar las elecciones de este domingo en Italia, reniega de la Ilustración. Aspira a abolir todo lo que la humanidad ha avanzado en derechos y ciencia desde 1789. Pero, para decirlo, se tiñe de un tinte rubio encantador. Que satisface a las masas.


Como semiólogo, viene a concluir Eco, que el fascismo ensalza la vacuidad del signo/símbolo en detrimento de la complejidad de la idea. Por eso la definición teórica de fascista es una gota inaprensible de mercurio derramado. Y de ahí que, entre ellos, se copien más los logos, mitos y proclamas que los raciocinios.


Un bello ejemplo: en la España franquista, corría el mito de una lucecilla en el Palacio de El Pardo que nunca se apagaba, la del despacho de Franco. Los propagandistas del régimen simbolizaban con aquella bombilla inextinguible el desvelado denuedo y entrega del Caudillo a la grandeza de España. Muchos españoles se lo creían. Muchos otros pensaban amargamente que sería verdad, porque a Franco no le daba el día para firmar tantas sentencias de muerte. El caso es que, incluso, aquel mito era robado.


La leyenda de la lucecita perenne, con toda su simbología, la extrajeron los franquistas más letrados del prólogo que José Antonio escribió a la edición española de El Fascismo, la obra magna de Benito Mussolini. Nos cuenta en esas páginas el fundador de la Falange su encuentro en octubre de 1933 (palacio de Venecia, en Roma) con el Duce (“El jefe. El héroe”, lo llama). “Aquella entrevista me hizo entender mejor el fascismo de Italia que la lectura de muchos libros”, arranca el falangista español. Y, a su salida de palacio, nos explica el porqué. “Se volvió hacia su mesa, despacio, a reanudar la tarea en silencio. Eran las siete de la tarde. Roma, acabadas las faenas del día, se derramaba por las calles bajo la tibia noche. Se dijera que solo el Duce permanecía laborioso, junto a su lámpara, en el rincón de una inmensa sala vacía, velando por su pueblo. ¿Qué aparato de gobernar, qué sistema de pesos y balanzas, consejos y asambleas, puede reemplazar a esa imagen del Héroe hecho Padre, que vigila junto a una lucecita perenne el afán y el descanso de su pueblo?”


A diferencia de otros movimientos ultras europeos, el fascismo y el filonazismo españoles de hoy suelen rechazar, muy furibundos, que se les califique como tales


A diferencia de otros movimientos ultras europeos, el fascismo y el filonazismo españoles de hoy suelen rechazar, muy furibundos, que se les califique como tales. La tradición viene de lejos. Cuando Hitler y Mussolini fueron derrotados en 1945, Franco eliminó la palabra fascismo de su discurso. Los falangistas, los jefes del Movimiento, se apresuraron a sustituir, en las ediciones de las obras de José Antonio, el término fascismo por el de falangismo, traicionando el espíritu de su obra. 


El teoricidio fascista contemporáneo lo resume un exiguo diccionario de antónimos: no son machistas, pero tampoco feministas; no son de izquierdas ni de derechas; son animalistas taurinos; negacionistas climáticos defensores de la naturaleza; ecologistas de la energía nuclear; demócratas prohibicionistas de siglas ajenas; adalides del mercado libre que socializan las pérdidas de los trust; oligarcas defensores de la clase obrera; científicos confesionales, y en este plan.


Es una pena que Umberto Eco no haya llegado a conocer a quien, en mi modesto entender, nos ha dejado la mejor síntesis del ideario fascista jamás escuchada: “Cuando te llaman fascista, estás en el lado bueno de la historia. Cuando te llaman fascista, sabes que lo estás haciendo bien”, clamó para la posteridad Isabel Díaz Ayuso, presidenta del Partido Popular y de la Comunidad de Madrid. Sin duda, el de IDA permanecerá como el análisis más certero del pensamiento fascista que nos ofrezcan los siglos (no bromeo). 


Por mucho que Umberto Eco pronostique que el ur-fascismo perdurará incluso más allá del tiempo en que los últimos siglos se hayan extinguido, la bombillita de Ayuso permanecerá encendida.

ABUSOS SEXUALES EN LA IGLESIA CATÓLICA ESPAÑOLA


ABUSOS SEXUALES EN LA IGLESIA CATÓLICA ESPAÑOLA
El depredador que marcó la vida de un grupo de amigos en los carmelitas de Vila-real: “Cada noche se llevaba a un niño”
Cuatro testimonios acusan a Francisco Armell, rector del internado en los setenta: “Me dio una pastilla y me desperté al día siguiente en su cama”. Tras ser denunciado por un alumno, fue enviado 30 años a República Dominicana y Puerto Rico





Esta es la historia de tres amigos y de cómo su vida quedó marcada por los abusos que dos de ellos sufrieron en el internado del seminario menor de los carmelitas en Vila-real (Castellón) en los años setenta, a manos del rector del centro, Francisco Armell Benavent, ya fallecido. Los tres han contado su historia a EL PAÍS entre 2018 y 2022. Pero de los tres amigos solo queda uno. Los otros dos han fallecido. Muchas personas que escribieron a este diario desde que empez...




 

lunes, 19 de septiembre de 2022

viernes, 16 de septiembre de 2022

El Papa reabrirá la investigación sobre los abusos del profesor del Opus en Bizkaia

 NOTICIAS

El Papa reabrirá la investigación sobre los abusos del profesor del Opus en Bizkaia

El exprofesor José María Martínez Sanz fue condenado a 11 años de cárcel por abusos sexuales continuados a un alumno, pero nunca llegó a entrar en prisión.
El papa Francisco, en una imagen de julio de 2022.
El papa Francisco, en una imagen de julio de 2022.
JOHANNES NEUDECKER/PICTURE ALLIANCE VIA GETTY IMAGES

El Papa ordenará reabrir la investigación de la Iglesia sobre el profesor del colegio vizcaíno Gaztelueta, del Opus Dei, condenado por abusos sexuales a un escolar durante dos años.

El exprofesor José María Martínez Sanz fue condenado por abusos sexuales continuados a uno de sus alumnos, durante los años 2008 y 2010, a once años de prisión por la Audiencia de Bizkaia, aunque después el Supremo rebajó la pena a dos años y no entró en la cárcel.

 

El Papa Francisco le ha anunciado la reapertura de la investigación a la víctima, ha confirmado a EFE el padre, Juan Cuatrecasas.

“Fue indigno y se cerró en falso una investigación tramposa”

En 2015 el Papa Francisco ya ordenó, a petición de la familia, una investigación de este caso pero se cerró meses después al “no haberse probado” los abusos. Tres años después, en 2018, la Audiencia de Bizkaia sí los consideró probados y condenó al profesor, fallo confirmado después por el Tribunal Supremo.

“Llega tarde pero finalmente la Iglesia ha dado un paso”, ha afirmado el padre, que ha considerado que la investigación eclesial de 2015 se hizo con “trampa”, con un interrogatorio “cuasi policial” a su hijo y cambiando a posteriori el despacho del profesor para que no coincidiera con el dibujo del lugar que realizó la víctima.

“Llega tarde pero finalmente la Iglesia ha dado un paso”

- El padre de la víctima

“Fue indigno y se cerró en falso una investigación tramposa. Ahora se abre un procedimiento canónico que esperamos que sea serio, transparente y con todas las garantías jurídicas, que siempre le han faltado a mi hijo, en el Tribunal de la Doctrina y la Fe y que sea algo que todo el mundo lo vea”, ha añadido.

“El Opus incita al odio hacia una víctima de pederastia”

El padre espera que el profesor reciba una condena de la Iglesia igual que la ha recibido de los tribunales civiles y que también se “reprenda la actitud del Opus Dei, que sigue faltando al respeto e incitando al odio hacia una víctima de pederastia”.

En su opinión, la orden religiosa propietaria del colegio Gaztelueta “desprecia a la víctima, minimiza su dolor, actúa con negacionismo e incita al odio”.

Según ha informado el Obispado de Bilbao, la instrucción del proceso canónico se ha encomendado al obispo de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué Huerto, con el rector del Seminario de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, José Luis Perucha Rojo, como notario.

La rectora del Universidad Pontificia de Salamanca, Mirian Cortés Dieguez, y el vicario general de la Diócesis de Asidonia-Jerez, Federico Mantaras Ruiz-Berdejo, serán los asesores.

El Obispado ha señalado que el Papa ha seguido de cerca, desde 2014, la situación de las personas y las diferentes actuaciones realizadas por los tribunales españoles y por la Iglesia en referencia al caso Gaztelueta y que “ahora ha ordenado la ampliación del proceso canónico para depurar responsabilidades y ayudar a curar las heridas causadas”.....https://www.huffingtonpost.es/entry/el-papa-reabrira-la-investigacion-sobre-los-abusos-del-profesor-del-opus-en-bizkaia_es_63242641e4b082746be8a563?y8o