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martes, 27 de mayo de 2025

Y la Iglesia declaró la guerra a la República

 Y la Iglesia declaró la guerra a la República



El 1 de julio de 1937, está firmada la indignante Carta colectiva del Episcopado español, una declaración de guerra en toda regla de la Iglesia catolicorromana a la República Española.


Tomaba partido decididamente por los militares monárquicos sublevados contra la legalidad constitucional, y convocaba a los catolicorromanos de todo el mundo a reconocerlos como únicos representantes de España. La oposición del Vaticano y sus secuaces a la República era antigua, se había demostrado incluso antes de su proclamación. La antigua alianza entre el altar y el trono se deshizo con la huida del rey Alfonso XIII, y la clerigalla temió que el nuevo régimen popular limitara sus enormes privilegios seculares.


La carta tenía un único redactor en su integridad, el fanático cardenal arzobispo de Toledo y primado de las Españas, Isidro Gomá, y un único corrector de estilo, Leopoldo Eijo y Garay, obispo de Madrid, apodado El Obispo Azul después de la guerra, por el color de la camisa falangista, debido a su implicación con los vencedores, que le premiaron su fervor fascista con innumerables cargos políticos bien remunerados.


Constituyó un arma política muy útil para los sublevados, ya que existía una opinión pública internacional que les era adversa, debido a la colaboración que les prestaban los estados nazifascistas europeos, la Alemania nazi, la Italia fascista y el Portugal salazarista, más otros grupos de extrema derecha. Fue un arma propagandística importantísima, puesto que inclinó la opinión de algunos indecisos hacia el bando rebelde, al saberlo bendecido por el presunto Estado Vaticano.


Impresa en Pamplona por Gráficas Bescansa, en un folleto de 32 páginas, fue inmediatamente traducida y editada en los idiomas más hablados del planeta, por lo que alcanzó una tirada que debió ser enorme: solamente en 1937 se imprimieron 36 ediciones, según datos de la Oficina de Prensa rebelde, que en este caso seguramente eran ciertos. De la difusión se encargaban los episcopados de todo el mundo, eficaces colaboradores. Fue el arma propagandística más poderosa a favor de la rebelión entre los seguidores del catolicismo romano, lo que la convierte en una declaración formal de guerra de la Iglesia vaticana a la República Española, en un momento en que el resultado de la guerra se hallaba indeciso.



OUTSIDERS.ESP




«El franquismo hizo políticos a los ricos y ricos a los políticos. Luego, unos se fueron casando con hijos de otros, asociándose en negocios, protegiéndose, representándose; es decir, logrando más poder político y más dinero.

 

De vez en cuando, la casta admitía algunos advenedizos: chicos listos con ambición, becarios del SEU, opositores perseverantes de familia humilde, engreídos muchachos del Opus Dei en horas de cilicio y estudio. Una saga, una amalgama que hunde sus raíces en la vieja derecha española de tranca y rosario»

 

Este extracto pertenece al libro "Cortes S.A." de Ricardo Cid Cañaveral. Periodista de Interviú y El País y detenido en varias ocasiones por sus artículos periodísticos durante la transición y "democracia".

viernes, 23 de mayo de 2025

Empresas, empresarios, iglesia y Estado, los esclavistas del fascismo español.

 

Empresas, empresarios, iglesia y Estado, los esclavistas del fascismo español.


 

España, 400.000 esclavos trabajando hasta 1957.

 

- Instituciones públicas que usaron presos esclavos: Secretaría General del Consejo de Estado, Astilleros de Cádiz, Consejo Superior de Protección de Menores, Sindicato Nacional del Espectáculo, Regiones Devastadas de varias provincias, gobiernos civiles, direcciones generales, ayuntamientos… Fundación Generalísimo Franco y la Jefatura de FET de las JONS en Lérida.

 

- La iglesia usó trabajadores esclavos para obras en parroquias, conventos y otros edificios de Madrid, Barcelona, Cuenca, Murcia o Valladolid.

 

- Empresas privadas, metalurgia (Múgica, Arellano y Cía., Babcock & Wilcox, La Maquinista Terrestre y Marítima, Talleres Mercier o Industrias Egaña), la minería (Carbones Asturianos, Minera Estaño Silleda, Duro Felguera, Minería Industrial Pirenaica o Minas de Sillada), la construcción (Sociedad Constructora Ferroviaria o Ibérica de Construcciones y Obras Públicas), agricultura, mecánica, zapatería, espartería y fábricas de muebles, cristal, guantes o alpargatas

jueves, 22 de mayo de 2025

Las guerrilleras silenciadas.

 OUTSIDERS.ESP


Consuelo Rodríguez López.



Las guerrilleras silenciadas.


“Para mí fue un orgullo participar en aquella lucha. Fui varios años enlace y después pasé a la guerrilla del monte, con armas y luchando con ellos. No queríamos el fascismo, luchábamos por la libertad, contra Franco. Los fascistas nunca nos pondrán en el lugar que nos corresponde, siempre nos rebajarán. Las guerrilleras éramos como todas las mujeres y nada teníamos que ver con la imagen que tenían de nosotras. Sabíamos cuál era nuestra lucha. Éramos dueñas de nuestros actos y no teníamos que dar explicaciones a nadie”, escribió la guerrillera.


Consuelo Rodríguez López, “Chelo”, perdió a varios de sus familiares en el monte. Sus padres fueron fusilados al finalizar la guerra una mañana de octubre de 1939. Su hermano Sebastián fue encarcelado y condenado a muerte y el que era su pareja murió en sus brazos tras un tiroteo en el monte. Fue integrante del primer grupo organizado de guerrilleros que surgió en la España de la época: la Federación de Guerrillas León-Galicia. Cuando fue identificada por la guardia civil se escondió en los montes de Lugo y más tarde, en 1949, logró exiliarse en Francia, donde vivió oculta hasta que murió Franco.

Curas asesinos, Iglesia criminal.

 Curas asesinos, Iglesia criminal.


El  cura de Navarra Antonio Oña, armado con pistola y uniforme de campaña,  decía a una madre que intercedía por la vida de su hijo condenado a  muerte: "Mira hija, si lo matan ahora irá al cielo. Si no lo matan,  volverá a la andadas y se condenará. ¿Qué mejor momento para morir que  ahora que está confesado?". Fue nombrado canónigo de Pamplona y en 1956  ascendió a Obispo de Mondoñedo.


El cura de Zafra (Badajoz), Juan  Galán Bermejo, capellán de la 11ª bandera del 2º Regimiento, estaba  entre los asaltantes a la catedral. Descubrió a un miliciano escondido  en un confesionario y lo mató con su pistola. Galán se jactaba,  mostrando su pistola, de que llevaba «quitados de en medio más de cien  marxistas».


El sacerdote de Calahorra (Logroño) Francisco Lajusticia vestía el uniforme de Falange con pistola al cinto.


El  cura de Badajoz, Isidro Lombas (o Lomba) Méndez participó en la  represión, pues elaboraba las listas de quienes aún vivían y había que  de­tener para llevarlos a la Plaza de Toros.


El coadjutor de la  parroquia de Murchante (Navarra) Luis Fernández Magaña, administrador  del Conde de Rodezno era requeté y daba los tiros de gracia a los  fusilados que habían sido sacados de la cárcel de Tafalla por un grupo  de requetés el 21 de octubre de 1936, antes de arrastrarlos a la fosa  común.


Por la sastrería eclesiástica de Benito Santesteban en  Navarra, pasó a comienzos del verano de 1936, días antes del «glorioso  movimiento nacional», el obispo de Zamora Manuel Arce Ochotorena, quien  al despedirse de Santesteban le dijo: «Bueno, si en lugar de sotanas me  envías fusiles ¡mejor que mejor! Ya me entiendes.»



El sacerdote  Alejandro Martíne, le contó a Ronald Fraser para su historia oral de la  guerra civil que «fue a partir de aquel día [14 de abril de 1931] cuando  comprendí que nada se conseguiría por medios legales, que para  salvarnos tendríamos que sublevarnos antes o después.»


Ramón  Palacios García, párroco de la localidad burgalesa de Hormaza, quien se  había «ofrecido» desde el mismo día de la sublevación a Falange Española  «y en su doble calidad de soldado y ministro del Señor, acudió después  allí donde el deber le llamaba», al frente de guerra. Cayó herido  «alabando a Dios y vitoreando a España por brindarle Aquél la ocasión de  derramar la sangre por su Patria». Según la crónica del Diario de  Burgos del 18 de agosto, ese belicoso sacerdote se había incorporado a  la «innumerable falange de mártires de la cruzada»


En Alsasua,  según el testimonio del entonces párroco Marino Ayerra, los capuchinos  «estaban como fuera de sí, poseídos de la exaltación de la hora  mesiánica». «Hemos hablado con los requetés», declaraba el padre jesuíta  Huidobro, capellán de la Legión, «que lo llenan todo de religioso  idealismo, patria y hasta elegancia (...) ¡Cómo hablan de la muerte!...  Este espectáculo de un pueblo que sólo sabe rezar y luchar es algo tan  grande...». Y fray Justo Pérez de Urbel escribía: «¡Qué estallido de  entusiasmo! ¡Qué desprecio a la muerte!”»


En Badajoz, un cura le  dijo a Mario Neves (periodista portugués revelador de la matanza de la  plaza de toros) que los muertos eran tantos que no era posible darles  sepultura inmediata y que sólo la incineración masiva conseguiría evitar  que los cadáveres se pudrieran. El 17 de agosto el cura acompañó a  Neves al cementerio. Habían derramado gasolina y centenares de cuerpos  ardían. El sacerdote, consciente de que el espectáculo desagradaba a  Neves, se lo explicó con toda claridad: «Merecían esto. Además, es una  medida de higiene indispensable.»


El  arzobispo de Santiago Tomás Muniz, en una circular del 11 de noviembre  de 1936 ordenaba a los párrocos que se abstuviesen «de dar certificados  de buena conducta religiosa a los afiliados a sociedades marxistas». Lo  que tenían que hacer los curas era «…certificar en conciencia, sin  miramiento alguno, sin tender a consideraciones humanas de ninguna  clase»



lunes, 19 de mayo de 2025

Asesinatos Franquistas

 

En la transición la vida de un anarquista costaba 150 euros.

 

En la noche del 28 de marzo de 1980 una banda compuesta por 10 fascistas armados con bates, navajas y un machete salieron a la caza de rojos por las calles de Madrid. Entre los fascistas estaban José Juan Llobregat "El Loco", José María Vargas Villalba "El Jerezano" y José Miguel Gómez Gonzáles "El Masa", jefe de centuria de Fuerza Nueva.

 

Localizaron a un joven obrero de 21 años, Jorge Caballero Sánchez, porque llevaba barbas, pelo largo y vieron su insignia con el emblema anarquista en la solapa, una «A» mayúscula sobre fondo negro. Está afiliado al sindicato de la construcción de CNT de Madrid. Los fascistas le insultaron a su novia y a él cuando salían del Cine Azul de ver la película "La naranja mecánica".

 

A continuación le dieron una paliza a base de patadas, golpes de bate y puñetazos. Una vez en el suelo, sangrando, Jorge Caballero intentó levantarse, y cuando estaba indefenso y sin posibilidades de eludir el golpe, José Juán Llobregat hundió su machete en el pecho de Jorge hasta la empuñadura.

 

A Jorge, que tardó en morir quince días, le atravesó el hígado y parte del pulmón derecho. Una vez cumplido su crimen, los fascistas huyeron. El jefe de Fuerza Nueva, Ricardo Alba, ayudó a José Juan Llobregat a salir del país, proporcionándole fondos y medios.

 

El juicio contra los otros dos se celebró en 1987. Fue otra burla: sólo les acusaron de "desórdenes públicos" y no de asesinato. Les condenaron a pagar 25.000 pesetas (150 euros) de multa a la familia de Jorge. El juez que redactó la sentencia fue Carlos Entrena, antiguo miembro del Tribunal de Orden Público del franquismo, quien ni siquiera mencionó la condición fascista de los acusados, ni reconoció que habían amenazado con sus armas a los transeúntes en varias ocasiones durante aquella misma noche.

 

Otros colaboradores del asesinato que estaban presentes en el lugar del asesinato fueron Fernando Saliquet de la Torre, Felipe Queipo Zimmerman, Antonio Pagazanturdia Irache, Pascual García Porras y los hermanos Miguel Ángel y Javier Fernando Masia Linaza. Todos ellos eran miembros de Fuerza Nueva.

 

El tercer asesino, José Juan Llobregat, sigue prófugo. Después de tantos años la policía no le ha querido localizar.

Franco oculto cientos asesinos Alemanes de las SS en España terminada la guerra

 Franco oculto cientos asesinos Alemanes de las SS en España terminada la guerra ,Personalmente mi profesor segundaria en internado 1960 nos daba clases a ostias niños de 12 años edad 



Este es Leon Degrelle, fundador en 1935 del movimiento fascista belga Christus Rex, comandante de las Waffen SS durante la ocupación nazi y responsable de persecuciones políticas, asesinatos y decenas de miles de deportaciones a campos de exterminio nazis.

 

En 1945, al finalizar la guerra, encontró refugio y exilio en la España de Franco, que le recibió con los brazos abiertos, le dio cobijo, nueva identidad y la dirección de una empresa constructora que efectuó numerosas obras para el régimen franquista.

 

Juzgado en Bélgica ‘in absentia’, en diciembre de 1945 fue condenado a muerte. Durante décadas Bélgica reclamó la extradición de este criminal de guerra, encontrándose con la negativa y ampara del gobierno franquista primero y, ya en ‘democracia’, con el mismo muro infranqueable que impidió que pagara por sus crímenes.

 

El fascista Degrelle murió en su mansión de Benalmádena en 1994, con 87 años, con el PSOE en el gobierno.

Franquismo Criminal inocentes

 

 

Sus Hijos y nietos son políticos PP Vox  actualmente camuflados como Democrátas mandando Bulos sobre los hechos

 

 La orgía de sangre fascista en Madrid en 1939

 

El mes de abril de 1939 fue sangriento en Madrid. En la capital conquistada, donde regía el estado de guerra impuesto por el general Espinosa de los Monteros, comandante del I Cuerpo de Ejército y primer gobernador militar, reinaba la sed de venganza y se produjeron numerosísimas ejecuciones extrajudiciales.

 

Tras esos primeros días, se puso en marcha la máquina judicial del nuevo régimen, con consejos de guerra sumarísimos sin garantía alguna para los presos, y que solían desembocar, sin piedad alguna, en condenas a la pena capital.

 

La primera ejecución en la tapia del cementerio data del 16 de abril de 1939. El día más terrible fue el 24 de junio (ciento dos ejecuciones), seguido del 14 de junio (ochenta y dos ) y el día 4 de junio del mismo mes (cuarenta). El 24 de julio fueron ejecutadas cincuenta personas, y el ritmo se redujo durante una semana (cuatro presos fusilados el día 29). El 31 de julio fueron llevados al paredón treinta y cinco republicanos. El 5 de agosto de 1939, cincuenta y seis personas fueron fusiladas en la tapia del cementerio del Este de Madrid. Entre ellas estaban las «Trece Rosas».


Asesinos fascistas asesinos de Niños

 

El 21 de mayo de 1995 era asesinado Ricardo Rodríguez, Richard, por un grupo de fascistas a las puertas del pub Donqui en el polígono Urtinsa de Alcorcón.

 


Pocos días después una multitudinaria manifestación de más de 10.000 personas recorría Alcorcón mostrando su apoyo a la familia y amigos de Richard y su desprecio por el fascismo.

 

Al llegar a las puertas del pub Donqui, lugar de habitual reunión neonazi y lugar del asesinato, varios cientos de los manifestantes prendieron fuego al bar borrándolo del mapa de Alcorcón para siempre.

 

Durante horas la policía cargo contra los vecinos y vecinas sin tiempo siquiera para secar las lágrimas, el dolor y la rabia.

Franquismo

 

Los policías que torturaron hasta la muerte a Joxe Arregi nunca fueron apartados de sus cargos


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De los 70 policías que lo torturaron, sólo dos fueron condenados. El gobierno de Felipe González los indultó. Luego fueron ascendidos.

 

La "democracia" en España premia la tortura.




José España Vivas. Torturado hasta la muerte el 6 de septiembre de 1980.

 


José España Vivas.


Torturado hasta la muerte el 6 de septiembre de 1980.

 

 

Vecino de Alcalá de Henares, Madrid, militante del PCE(r), fue detenido el 5 de setiembre y torturado hasta la muerte en las mazmorras de la DGS en la tarde del 6 de septiembre de 1980.



 

 

El mismo día de su brutal asesinato, el miércoles 6 de setiembre de 1980, ABC publicaba un editorial con el título <<Penas adecuadas al terrorismo>> donde proponía la implantación de la pena de muerte para acabar con la <<peste terrorista>>.


 

Dicho y hecho. Unas pocas horas después de este llamamiento a la guerra sucia, José era reventado a golpes.

 

Tenía 25 años y era presidente de la Asociación de Vecinos de Alcalá de Henares. Su cuerpo fue entregado en un ataúd sellado, para que no se conocieran las brutales torturas. Nadie fue juzgado.

 

En los días posteriores al asesinato de José España, la policía había torturado de tal manera a Isabel Llaquet, dirigente del PCE(r), que tuvieron que parar pues casi se les va de las manos. Mientras estaba casi insconciente de los golpes, un miembro de la Brigada de Información le dijo: "Cuando un burro mea, a otro le da ganas", refiriéndose a la muerte de José España.


 

En 1981, en el aniversario de su asesinato, la Asociación de Vecinos de Alcalá de Henares editó una octavilla en su recuerdo. Varios miembros de dicha agrupación vecinal fueron procesados por dicho homenaje.

Destapando los asesinos fascistas

 

 No olvidemos que los hijos de los asesinos fascistas del franquismo son políticos actualmente dentro del Vox & PP



Destapando los asesinos Fascio Franquistas



 «(…) A las  casas de putas del Lugo y de Vegueta traían a la hijas de los  republicanos asesinados, muchachas de todas las edades, incluso niñas de  diez o doce años, era lo habitual, se llevaban a sus padres para  asesinarlos, desaparecerlos y luego secuestraban a las hijas y a sus  esposas para violarlas, asesinarlas o sacar dinero con ellas en la  prostitución. Muchos policías, falangistas y militares eran dueños de  los prostíbulos, por lo que se convirtió en un gran negocio. Había tipos  que pagaban una gran cantidad de dinero por estar con una muchacha  virgen, no te puedes imaginar el dinero que se movía esos años entre el  36 y principios de los 40. Yo trabajaba en la casa de Rosita Cruz, en la  calle 18 de julio, era una puta más, no muy agraciada, de las baratas  podemos decir, pero cuando llegaron las hijas de los republicanos  aquello fue un escándalo. Venía toda la jerarquía, jefes falangistas,  militares y guardias civiles de alta graduación, curas de todas las  parroquias, varios clérigos que eran la mano derecha del obispo Pildaín  Sapiaín. Todos a follarse a las muchachas, a cogerse borracheras que  nunca habíamos visto, cada noche peleas en las calles y en las casas  donde trabajábamos. Me acuerdo de ver aquellas pobres niñas allí  expuestas, temblando de miedo y aquellos asquerosos eligiéndolas, chicas  que nunca habían tenido relaciones sexuales en su mayoría, que apenas  habían tenido contacto con hombres. Es de los peores recuerdos que tengo  de esos años, yo entré en ese mundo por la pobreza de mi pueblo en el  Sur de la isla, pero aquellas chiquillas eran obligadas, forzadas a  ejercer la prostitución de por vida, hasta morir asesinadas por  cualquiera de aquellos psicópatas o enfermas de purgación…»


Testimonio de Lolita Torres Sarmiento, prostituta en el barrio del Lugo (Las Palmas GC) en los años del genocidio.


*Entrevista realizada por Francisco González Tejera, en el Polígono de Jinámar (Telde), el 15 de enero de 2001.